Cuidados básicos de la Tillandsia aeranthos
El clavel del aire, también conocido como tillandsia aeranthos, es una planta poco común que destaca por su singular belleza. Originaria de los trópicos americanos, esta especie epífita ha sabido adaptarse a diversos hábitats y hoy en día es apreciada como planta de interior en todo el mundo. Su cuidado no reviste mayor dificultad, aunque existen algunos aspectos clave que conviene conocer para que nuestra tillandsia luzca siempre radiante.
¿Has pensado alguna vez en tener un pedacito de selva dentro de casa? Pues con el clavel del aire puedes lograrlo.
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Origen de la Tillandsia aeranthos
La tillandsia aeranthos es originaria de las selvas tropicales de México, Centroamérica y norte de Sudamérica. Pertenece a la familia Bromeliaceae, al igual que otras plantas epífitas como los guzmanias o los nenúfares. El nombre del género Tillandsia se lo puso el científico sueco Elias Tillandz en honor a su tío, el médico y botánico finlandés Elias Tillandzius. La palabra aeranthos proviene del griego y significa “flor colgante”, en alusión a sus delicadas flores que parecen suspendidas en el aire.
Cuidados básicos
Luz
La tillandsia aeranthos necesita mucha claridad, pero no debe situarse bajo la luz solar directa. Lo ideal es colocarla cerca de una ventana orientada al norte o este, donde reciba iluminación brillante pero filtrada durante la mayor parte del día. Con suficiente claridad desarrollará su típica coloración verde intenso y en primavera producirá sus llamativas inflorescencias moradas.
Riego
Al no estar plantada en tierra, esta especie absorbe la humedad y los nutrientes del aire a través de sus hojas. Rocíala suavemente con agua no calcárea dos o tres veces por semana, y a diario en los meses más cálidos. La clave está en encontrar el equilibrio entre regar lo suficiente para que no se deshidrate pero tampoco encharcarla.
¿Te preocupa que se te pase el riego? Colócala sobre un platito o bandeja con grava y mantén siempre algo de agua en el fondo. Así crearás la humedad ambiental que necesita tu clavel del aire para prosperar.
Temperatura y humedad
La tillandsia aeranthos se desarrolla mejor con temperaturas entre 18° y 30° C. No soporta bien los cambios bruscos de temperatura, así que busca un lugar estable dentro de casa.
En cuanto a la humedad relativa del ambiente, lo óptimo es que se sitúe entre el 50% y el 80%. Puedes ayudar a conseguirlo colocando el tiesto cerca de otras plantas o sobre la ya mencionada bandeja con grava y agua.
Abono
Cada 15-20 días durante la temporada de crecimiento, de primavera a otoño, agrega al agua de riego una pequeña dosis de fertilizante líquido equilibrado para bromelias y orquídeas. Esto aportará a tu clavel del aire los nutrientes necesarios para exhibir todo su esplendor.
Plagas y enfermedades
Afortunadamente, la tillandsia aeranthos es una planta muy resistente que rara vez sufre problemas de plagas o enfermedades si se cultiva en las condiciones apropiadas. Estas son las dolencias más habituales y cómo evitarlas:
Cochinillas: estos pequeños insectos chupadores se adhieren a las hojas succionando la savia de la planta. Combátelas aplicando jabón potásico diluido en agua o alcohol isopropílico con un algodón.
Hongos: la excesiva humedad puede provocar infecciones fúngicas como la podredumbre de raíz. Asegúrate de no regar en exceso tu planta y de que el sustrato o la bandeja inferior drenen bien.
Amarilleamiento de hojas: suele deberse a una iluminación insuficiente o a la escasez de nutrientes. Coloca la planta en un lugar más claro, rocía con fertilizante diluido y comprueba que el sustrato no esté demasiado seco.
Con estos sencillos cuidados tu original clavel del aire crecerá exuberante, y sus llamativas flores moradas te recordarán la magia de las selvas tropicales. ¿Aún no tienes uno? Quizá ha llegado el momento de hacerte con esta extraña y curiosa planta.
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