Tibouchina urvilleana o Tibuchina

La Tibouchina urvilleana, también conocida como tibuchina, es una especie ornamental muy popular, por la belleza de su floración. Con origen en las selvas tropicales de Brasil, esta planta se ha adaptado bien al clima mediterráneo. Hoy en día es frecuente verla decorando jardines, parques y avenidas.

Su cultivo no presenta grandes dificultades. Pero es importante conocer ciertos aspectos, para que la tibouchina luzca sana y con una floración abundante. A continuación se detallan recomendaciones sobre su cultivo, usos, posibles plagas y enfermedades y las especies más populares del género Tibouchina.

Aspectos generales del cultivo

La tibouchina es un arbusto perennifolio. En condiciones favorables, puede alcanzar hasta los tres metros de altura. Posee ramas delgadas, con corteza lisa de color verde cuando son jóvenes, tornándose marrón con la edad. Las hojas son opuestas, de textura coriácea, con forma ovalada o elíptica y de color verde brillante.

Su distintivo más llamativo son las flores, que aparecen en verano y otoño formando una espectacular cortina de color púrpura intenso. Cada flor parece una pequeña orquídea, con cinco pétalos.

Preferencias de cultivo

La tibouchina requiere de ubicación a pleno sol. Con al menos seis horas diarias de luz solar directa. Tolera la media sombra, pero la floración disminuye. El suelo debe tener buen drenaje, rico en materia orgánica y mantener una acidez moderada.

Es importante podarla cada dos o tres años, para estimular el crecimiento de nuevos brotes florales. La poda se realiza después de la floración, recortando aproximadamente un tercio de la altura.

Usos en jardinería

Por su gran valor ornamental, la tibouchina se utiliza mucho en jardinería para la decoración de parques y avenidas, así como para la formación de setos y macizos florales. También se cultiva en macetas y jardineras para terrazas y patios.

Su floración prolongada y vistosa la convierten en una excelente planta para atraer mariposas, colibríes y abejas al jardín. Además, hay variedades de porte bajo ideales para el uso como cubre-suelos.

Plagas y enfermedades

Afortunadamente esta especie no presenta plagas o enfermedades graves. En algunas ocasiones pueden verse ataques de ácaros, cochinillas harinosas o pequeños insectos chupadores. Estos se combaten con aplicaciones de jabón potásico.

La clave está en proporcionarle los cuidados adecuados. La tibouchina es sensible a los excesos de riego, por lo que hay que evitar tanto el encharcamiento como la sequía prolongada. Podar periódicamente, también mantiene la planta sana.

Especies populares

Dentro del género Tibouchina se reconocen unas 350 especies. Además de la T. urvilleana, algunas muy populares por sus flores ornamentales son:

• Tibouchina lepidota: arbusto de porte erecto que llega al metro y medio. Sus flores tienen pétalos de color blanco puro.
• Tibouchina granulosa: pequeño arbusto de 50 cm con flores moradas de cinco pétalos con motas blancas en la base.
• Tibouchina mutabilis: arbusto frondoso de dos metros con grandes flores de color lila pálido que cambian a rosado.
• Tibouchina heteromalla: arbusto compacto de un metro con abundantes flores morado intenso. Ideal para macetas.

Con los cuidados adecuados, la tibouchina se convertirá en una de las plantas estrella del jardín durante la época estival. Sus exuberantes flores de tonos morados, atraerán las miradas de todos los visitantes.