Stephanotis floribunda o Jazmín de Madagascar: Cuidados generales de esta planta ornamental

A la Stephanotis floribunda, también se le conoce como Jazmín de Madagascar. Se trata de una hermosa planta trepadora, que destaca especialmente por sus fragantes flores blancas.

Originaria de la isla de Madagascar, esta ubicada frente a la costa sureste de África en el océano Índico, esta planta se ha ganado un lugar en los jardines y hogares de distintas partes del mundo.

Su cultivo no resulta demasiado complejo. Aunque eso sí, necesita de algunos cuidados específicos para poder garantizar una adecuada floración a lo largo de todo el año.

Orígenes Stephanotis floribunda

La Stephanotis floribunda, es nativa de los bosques tropicales de Madagascar. Se trata de una planta perenne, que pertenece a la familia Asclepiadaceae. Tiene tallos largos y flexibles que le permiten trepar sobre distintos soportes, utilizando zarcillos o ventosas. Sus hojas son ovaladas, brillantes y de color verde oscuro.

Las flores poseen forma de tubo o embudo. Son de color blanco y miden aproximadamente 2 a 3 centímetros. Florecen en racimos que contienen entre 5 y 15 flores. Su período de floración, abarca la primavera y el verano. Desprenden además, una fragancia dulce y penetrante. Especialmente durante la noche.

Cuidados generales

Requerimientos de luz

La Stephanotis floribunda precisa de abundante luminosidad, para un correcto desarrollo. Se recomienda ubicarla en lugares con luz brillante filtrada, evitando así la exposición directa al sol durante las horas centrales del día. La incidencia de los rayos solares por la tarde es beneficiosa. En interiores, conviene situarla cerca de ventanas orientadas al este o al oeste.

Riegos

Esta planta trepadora necesita suelos constantemente húmedos, aunque eso si, sin encharcamientos. Se aconseja regar con regularidad durante la temporada de crecimiento, desde principios de la primavera hasta finales del otoño. Reduciendo la frecuencia durante el invierno. Es importante verificar periódicamente la humedad del sustrato introduciendo el dedo. Si el primer centímetro se percibe seco, es momento de regar.

Podas

Para lograr una gran floración, la Stephanotis se debe podar a fines del invierno. Esto sirve como estimulo, para la aparición de nuevos brotes florales. Las podas periódicas, durante la estación de su crecimiento, también ayudan a mantener la forma deseada de la planta. Es conveniente retirar los tallos secos o dañados y recortar los zarcillos.

Temperatura

Este tipo de planta prospera con temperaturas cálidas y constantes durante su ciclo vegetativo. Lo ideal es mantenerla entre los 65°F y 85°F (18°C - 29°C). En otoño e invierno puede tolerar mínimas de 50°F (10°C), aunque no por períodos muy largos. Requiere protegerse de las heladas.

Multiplicación

La reproducción de la Stephanotis, suele realizarse por esquejes semi-leñosos o estacas que deben enraizarse en un sustrato adecuado. Otra alternativa, es la siembra de semillas. Aunque este método resulta más lento y complejo. También se propaga fácilmente por acodo aéreo, o por división de matas.

Plagas y enfermedades

Los principales problemas comunes de esta planta se asocian a trips, arañas rojas, cochinillas harinosas y botrytis. Es fundamental, detectar y controlar cualquier foco de infección de forma temprana. Y es que estos organismos se diseminan rápidamente. Aplicar fungicidas o insecticidas específicos según sea necesario puede ayudar a combatirlos.

La Stephanotis floribunda es una planta ornamental. Tanto en exteriores como para decoración de interiores, esta trepadora originaria de Madagascar se convierte en un elemento distintivo de gran valor estético. Si quieres conocer otra variante de jazmín trepadora, te recomiendo la planta ornamental Gelsemium sempervirens.