Selaginella kraussiana o Doradilla: cuidados básicos
La selaginella kraussiana, es también conocida como doradilla. Esta planta delicada pertenece a la familia de las selagineláceas. Con origen en Sudáfrica, esta especie ha despertado gran interés entre los aficionados a la jardinería y el cultivo de plantas. Especialmente por su singular belleza, y los cuidados especiales que requiere.
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En este contenido descubrirás las principales características de la selaginella kraussiana. Te daré algunos consejos útiles sobre la distribución, especies más comunes en cultivo, cómo propagarla y hacer que se reproduzca con éxito en nuestras casas o invernaderos.
Aspecto y características
La selaginella kraussiana posee unos tallos finos y delicados de color verde brillante. Estos crecen en forma de roseta a ras del suelo. Sus hojas son pequeñas, de forma ovalada, y presentan una textura casi transparente que deja entrever el color cobrizo de los tallos.
Lo que más llama la atención de esta planta, son los diminutos conos con forma de espiga que emergen en los extremos de algunos tallos y que contienen sus esporas. Estos aportan un contraste muy decorativo con el verde de las hojas.
Especies y variedades
Dentro del género Selaginella existen más de 700 especies diferentes. La selaginella kraussiana es solo una de ellas. Pero probablemente, esta sea la más popular en cultivo. Otras especies frecuentes son la selaginella uncinata, de hoja perenne, o la selaginella lepidophylla, que tiene la capacidad de enrollarse sobre sí misma en condiciones de sequedad. También se puede destacar entre las variedades de esta familia, a la Selaginella apoda.
En cuanto a variedades de la s. kraussiana, podemos encontrar desde la clásica de tonos verdes brillantes hasta otras de coloración rojiza, dorada o con los bordes de las hojas teñidos de rosa o granate. Una gama de colores fascinante.
Cómo y dónde cultivarla
La selaginella kraussiana, requiere de unos cuidados muy específicos para crecer fuerte y sana. Necesita una ubicación con mucha luz. Pero siempre protegida de los rayos directos del sol, ya que estos pueden quemar sus delicadas hojas. Lo ideal es colocarla cerca de una ventana orientada al norte, o en un invernadero.
El sustrato debe ser ligero, esponjoso y bien drenado, pues no tolera en absoluto los encharcamientos. Una mezcla a base de musgo, perlita y vermiculita suele funcionar bien. En cuanto al riego, se recomienda regar con moderación pero a menudo. Manteniendo la tierra siempre húmeda, pero no empapada.
Reproducción y multiplicación
La selaginella kraussiana se reproduce tanto por esporas, como de forma vegetativa. La forma más sencilla de propagarla, es mediante la división cuidadosa de las matas en pequeños trozos que contengan varios tallos. Estos nuevos trozos se plantan en sustrato apropiado. En unas semanas habrán generado nuevas raíces y brotes.
También se pueden obtener nuevas plantas a partir de las esporas contenidas en sus conos. Sin embargo, la germinación de las esporas y el cuidado de las plántulas requiere de experiencia y condiciones muy controladas de humedad, luz y temperatura.
Para terminar y, como ya habrás podido comprobar, cuidar de la bellísima selaginella kraussiana requiere tiempo y dedicación. Pero ver cómo esta exótica planta crece exuberante y sana, llenando de color y texturas nuestras estanterías o invernaderos, merece sin duda todo el esfuerzo invertido.
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