Polyscias balfouriana: Un árbol de interior elegante y adaptable para tu hogar

La Polyscias balfouriana, también es muy conocida por otros nombres como, árbol de la felicidad o árbol del paraguas. Se trata de una planta originaria de las Islas Salomón, en el océano Pacífico. Este exótico 'arbolito', perteneciente a la familia de las Araliáceas, posee un tronco leñoso del que nacen grandes hojas compuestas que le dan un aspecto similar a un paraguas abierto.

Si has llegado hasta este artículo es porque segurramente tengas la suerte de poseer esta preciosa planta. Así que, acompáñame a descubrir más sobre su historia, necesidades básicas, posibles plagas y enfermedades.

Origen en las islas del Pacífico

La Polyscias balfouriana procede de las Islas Salomón, un archipiélago situado al este de Nueva Guinea que destaca por su exuberante vegetación tropical. En su hábitat natural crece en los bosques tropicales húmedos, donde recibe abundante luz solar filtrada y elevada humedad ambiental. Fue descrita por primera vez en 1911 por el botánico inglés Isaac Bayley Balfour. ¿Sabías que su nombre científico rinde homenaje a este experto en botánica?

Cuidados básicos como planta de interior

Aunque en su origen crezca en plena naturaleza, la Polyscias se ha convertido en una apreciada planta de interior. Para mantenerla sana en casa o en la oficina debemos replicar en lo posible sus condiciones naturales. ¿Estás preparado? Toma buena nota de estos sencillos pero imprescindibles cuidados.

Requiere abundante luz, pero ojo, sin sol directo sobre sus hojas. Riega solo cuando notes la tierra seca, porque esta planta es muy sensible a posibles encharcamientos. Procura una temperatura estable entre 18 y 24 grados  y una humedad ambiental en torno al 60%. Utiliza un sustrato poroso, rico en materia orgánica. Con estos mimbres, tu árbol de la felicidad crecerá exuberante.

Plagas más comunes

Las condiciones cálidas y húmedas que necesita esta planta también atraen a indeseados inquilinos. Los más frecuentes son cochinillas, arañas rojas, pulgones y mosca blanca. Revisa periódicamente el envés de las hojas y el tallo en busca de estas plagas. Una infestación leve puede combatirse eliminando los insectos a mano. Pero ante una invasión más severa deberás utilizar insecticida específico o jabón potásico diluido en agua.

Enfermedades que podemos encontrarnos

Además de las plagas, debemos vigilar posibles enfermedades fungosas, sobre todo si las condiciones de humedad y temperatura no son las ideales. Los hongos más habituales son la botritis, que provoca podredumbre en tallos y hojas, y la antracnosis, que genera manchas necróticas. Ambos se previenen evitando encharcamientos en el sustrato y hojas mojadas.

Si ya se ha declarado el ataque fúngico, retira las partes muy afectadas con tijeras desinfectadas, y aplica un fungicida sistémico indicado para plantas de interior. Esto debería atajar la expansión del hongo. Estate atento y actúa rápido ante cualquier síntoma.

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