Philodendron pinnatifidum o Filodendro
El Philodendron pinnatifidum, también conocido como Filodendro, es una popular planta de interior oriunda de América del Sur. Con sus elegantes hojas lobuladas en forma de pluma y sus vistosos brotes anaranjados, no es de extrañar que cada vez más aficionados quieran tener uno de estos bellos filodrendos en su hogar.
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Sin embargo, cultivar correctamente esta especie y lograr que prospere requiere conocer ciertos aspectos clave sobre sus necesidades y cuidados. ¿Sabemos realmente cómo debemos regarla, podarla y fertilizarla? ¿Cómo propagar nuevas plantas a partir de esquejes? ¿Y cómo librarnos de plagas comunes como los pulgones, cochinillas o arañas rojas? Repasaremos todas estas cuestiones, para que puedas disfrutar de un magnífico filodendro durante muchos años.
Requisitos básicos de luz y riego
El filodendro prefiere una ubicación con luz brillante filtrda, pero sin sol directo que pueda quemar sus hojas. El exceso de sol también decolorará su bello follaje.
En cuanto al riego, esta especie tropical necesita sustrato húmedo pero sin encharcar. Es mejor regar en profundidad sólo cuando la superficie se siente seca al tacto, y luego dejar que el agua drene bien para evitar la pudrición de raíces. Una humedad ambiental alta también es beneficiosa.
Fertilización y poda para un crecimiento saludable
Para mantener el filodendro fuerte y con un crecimiento activo, la fertilización periódica es esencial. Se recomiendan fertilizantes líquidos equilibrados en primavera y verano, cuando el crecimiento es más activo. Reducir la dosis a la mitad en otoño e invierno.
Podar regularmente también estimula el desarrollo de nuevos brotes. Podemos recortar las partes dañadas o marchitas en cualquier momento. Además, podar las puntas de las lianas cuando se vuelven demasiado largas fomenta la ramificación y un porte más tupido.
Propagación por esquejes para obtener nuevas plantas
Los esquejes de tallo o de hoja son ideales para propagar nuevos filodendros de forma sencilla. Cortar un trozo de tallo de unos 15-20 cm, con al menos un par de hojas, y colocar la base en agua o en un sustrato ligero y húmedo. En poco tiempo tendremos raíces y una nueva plantita.
También podemos usar hojas individuales. Basta con enterrar unos 5 cm del peciolo en tierra y esperar a que emita raíces y brotes.
Prevención y tratamiento de plagas comunes
Las plagas más habituales del filodendro son los pulgones, arañas rojas, cochinillas y orugas. Los pulgones causan hojas rizadas y pegajosas al succionar la savia, mientras que las cochinillas secretan melaza. Las arañas rojas tejen finas telas en el envés de las hojas y las orugas las perforan.
Para prevenir estas plagas, debemos procurar condiciones de cultivo óptimas en cuanto a luz, riego y fertilidad. Si aparecen, podemos eliminar los insectos manualmente o usar jabones insecticidas eco-friendly. En caso necesario, insecticidas más fuertes como los que contienen imidacloprid o abamectina.
Siempre debes seguir las instrucciones del producto al pie de la letra. Con estos sencillos pero indispensables consejos, tu filodendro se convertirá en una exuberante y saludable planta.
Cultivo en interior o exterior
Aunque se trata de una especie tropical amante del calor y la humedad, el filodendro se cultiva sobre todo como planta de interior. Su follaje decorativo queda muy bien en salones y dormitorios, donde podemos disfrutarlo todo el año. Además, dentro de casa es más fácil proporcionarle los cuidados que necesita.
Sin embargo, en regiones de clima cálido también se puede cultivar en exteriores, en patios, porches o jardines. Eso sí, debe ubicarse a la sombra o media sombra, y protegerse en invierno si las temperaturas bajan demasiado, pues no tolera heladas. Piensa también en proveerle tutorado y podarlo para evitar que crezca en exceso.
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