Clematis vitalba o Clemátide de los setos: cuidados - Cuidados y cultivo de plantas - Clematis vitalba o Clemátide de los setos: cuidados

Clematis vitalba o Clemátide de los setos

 

La Clemátide de los setos (Clematis vitalba) es una planta trepadora. Es muy popular en jardines y setos por la belleza de sus flores. Originaria de Europa, es una especie muy resistente que se ha naturalizado en muchas regiones. Sin embargo, para que luzca en todo su esplendor, requiere de algunos cuidados básicos.

Contenido
  1. Aspectos generales
  2. ¿Dónde plantar la Clemátide?
  3. Riego de la Clemátide
  4. Podar correctamente la Clemátide
  5. Abonado de la Clemátide
  6. Evitar plagas y enfermedades
  7. Multiplicación de la Clemátide

Aspectos generales

La Clemátide de los setos es una planta perenne, caducifolia, con tallos leñosos que alcanzan hasta los 20 metros de longitud. Sus hojas son opuestas, compuestas por folíolos con forma ovada u oblonga. Sus flores tienen cuatro sépalos blancos que aparecen entre junio y septiembre.

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Esta planta trepadora posee zarcillos que le permiten aferrarse a vallas, muros, setos e incluso árboles. Por ello es muy utilizada para cubrir espacios y aportar color. Además, es muy resistente, soporta bien las heladas y se adapta a todo tipo de suelos, siempre que tengan un buen drenaje.

¿Dónde plantar la Clemátide?

A la hora de plantar la Clemátide de los setos debemos buscar una ubicación con luz solar. Aunque tolere la sombra parcial. Es importante que el suelo sea fértil, profundo y bien drenado, pues no soporta la humedad excesiva.

Lo ideal es plantarla al pie de un tutor, como una valla o un seto, donde pueda trepar y exhibir toda su belleza. También junto a árboles de hoja caduca, para que reciba el sol en invierno. Debemos dejar espacio entre plantas, unos 60-100 cm, para permitir su expansión.

Riego de la Clemátide

La Clemátide necesita riegos regulares para un buen desarrollo. Es importante mantener la tierra húmeda. Pero hay que evitar, tanto el exceso de agua como la sequedad. Un riego profundo cada 7-10 días suele ser suficiente en primavera y verano. En otoño e invierno podemos aumentar los espacios.

Es buena idea colocar una capa de mulching alrededor de la base. Es así, para conservar la humedad del suelo. Se debe vigilar el primer año, regando en periodos de escasez lluvias. Una vez establecida, la Clemátide será mucho más resistente.

Podar correctamente la Clemátide

La poda es muy importante. Sobre todo, para poder mantener controlado el crecimiento de la Clemátide y así estimular la floración. Se recomienda podarla dos veces al año. En primavera podamos las ramas del año anterior, acortándolas a unos 20-40 cm para estimular el crecimiento de nuevos brotes.

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Durante el otoño acorta los zarcillos laterales a 2-3 yemas, para evitar un crecimiento excesivo y desordenado. También puedes aclarar la parte central, si se ha vuelto muy frondosa. Usa tijeras bien afiladas y desinfecta los cortes mayores con fungicida.

Abonado de la Clemátide

Es conveniente aportar un abono específico para plantas trepadoras, flores y rosales, para asegurar un buen desarrollo de las plantas. Se debe abonar a principios de primavera y repetir cada 2-3 semanas en temporada de crecimiento. También se puede usar compost bien descompuesto como acolchado.

Evitar plagas y enfermedades

La Clemátide suele ser bastante resistente a plagas y enfermedades. Pero no está de más vigilar posibles ataques de pulgones, cochinillas u hongos como el oídio. Lo mejor es la prevención. Regando solo lo necesario, aumentando el drenaje si es necesario, desinfectando herramientas y cortes de poda.

Multiplicación de la Clemátide

La Clemátide se multiplica muy fácilmente por esquejes semi leñosos en verano. Se cortan tallos del año en crecimiento, de unos 20-25 cm, se retiran las hojas de la base y se plantan en sustrato ligero y fértil. Mantener la humedad y en unas semanas emitirán raíces.

También se pueden sembrar sus semillas frescas en otoño, aunque es un proceso más lento, pues tardan dos años en florecer. Y siempre existe la opción de adquirir plantas en viveros especializados para tener Clemátides en flor desde el primer año.

Como has podido comprobar, cuidar de la Clemátides de los setos no supone grandes complicaciones. Basta con prestar atención y proporcionarle lo necesario para su desarrollo.

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