Características, cultivo y cuidados de la Cobaea scandens o Hiedra morada

La Cobaea scandens, más conocida como hiedra morada, es una planta trepadora que llama la atención por sus flores en forma de campana. Esta planta originaria de México, puede crecer hasta 6 metros de altura en poco tiempo. Sus hojas son de color verde intenso, y tienen una textura suave al tacto.

Como ya mencionamos lo más bonito de esta planta son sus flores, que empiezan siendo blancas o verdosas y se vuelven moradas con el paso de los días. Si quieres tener una hiedra morada en casa, tienes que saber que es una planta bastante fácil de cuidar. Le gusta el sol, pero no demasiado directo, así que ponla en un sitio con luz pero sin que le dé el sol todo el día.

En cuanto al riego, es ideal no pasarse. Es mejor que la tierra esté un poco seca entre riegos que encharcada. Si vives en una zona con inviernos fríos, protégela del frío o métela dentro de casa cuando bajen mucho las temperaturas.

Cómo cultivar tu hiedra morada

Para que tu hiedra morada crezca fuerte y sana, necesita un suelo rico en nutrientes y que drene bien. Puedes usar una mezcla de tierra de jardín, con un poco de arena y compost. Si la plantas en una maceta, asegúrate de que tenga agujeros en el fondo para que el agua no se acumule.

A la hora de regarla, fíjate en la tierra. Si está seca unos centímetros por debajo de la superficie, es hora de regar. La hiedra morada crece rápido. Por lo que necesitará un soporte para trepar. Puedes usar una celosía, una valla o incluso cuerdas tensadas.

Ve guiando los tallos a medida que crecen para que se enreden en el soporte. Si la planta está feliz, verás que en poco tiempo cubre toda la estructura con sus hojas y flores.

Poda y mantenimiento

La poda es importante, para mantener tu hiedra morada con buen aspecto y controlada. No hace falta que te vuelvas loco podando, pero sí que cortes las puntas de los tallos de vez en cuando. Esto hará que la planta se ramifique más, y se vea más densa.

También puedes quitar las flores que estén marchitas, para que la planta siga produciendo más. En primavera, échale un vistazo a tu hiedra morada y quita las ramas secas o dañadas por el frío del invierno. Si ves que se ha vuelto demasiado grande para el espacio del que dispone, no tengas miedo de darle un buen corte. La planta lo agradecerá, y brotará con más fuerza.

Problemas comunes: plagas y enfermedades

Como todas las demás plantas, la hiedra morada puede tener problemas con bichos y enfermedades. Los pulgones son unos de los visitantes más comunes. Si ves que las hojas se ponen pegajosas o aparecen hormiguitas, es probable que tengas pulgones. Puedes quitarlos con un chorro de agua, o usar un spray de jabón.

Otra cosa a la que hay que estar atento, es a las manchas en las hojas. Si ves puntos marrones o negros, puede ser un hongo. En este caso, lo mejor es quitar las hojas afectadas y reducir el riego. A veces con mejorar la circulación del aire alrededor de la planta, ya se soluciona el problema.

Propagación: cómo conseguir más hiedras moradas

Si te ha gustado tu hiedra morada y quieres tener más, estás de suerte. Es muy fácil hacer más plantas, a partir de la que ya tienes. Una forma común es por esquejes: corta un trozo de tallo de unos 10-15 cm, quita las hojas de la parte de abajo y plántalo en tierra húmeda. Mantenlo con humedad y en unas semanas verás que echa raíces.

Otra opción, es dejar que las semillas de las flores maduras caigan al suelo. Si el sitio les gusta, germinarán solas y tendrás nuevas plantas. O puedes recoger las semillas tú mismo, y plantarlas en primavera. Eso sí, debes tener paciencia. Y es que tardan un poco en crecer y florecer.

La hiedra morada en tu jardín

La Cobaea scandens es una planta ideal, para dar un toque de color y verticalidad a tu jardín o terraza. Imagínate una pérgola cubierta de estas flores moradas en verano. O si quieres, una valla aburrida transformada en una cortina verde y morada. Además de ser bonita, atrae a las abejas y otros polinizadores, lo que es bueno para todo tu jardín.

Si la combinas con otras trepadoras de diferentes colores, puedes crear un efecto espectacular. Por ejemplo, con una madreselva o una clematis. Y si tienes poco espacio, no tienes que preocuparte. La hiedra morada también queda muy bien, tanto en una maceta colgante como en un balcón pequeño. Lo importante, es que tenga algo por donde trepar y que le des los cuidados básicos que necesita.